Con toda la riqueza de sentimientos y emociones que experimenta una persona en relación con el prójimo, no hay muchas formas de manifestarlos. Pero algunos de ellos contienen una gama de experiencias tal que para la felicidad total es suficiente. Tomemos, por ejemplo, un beso, un signo de amor romántico o apasionado, un saludo amable, lleno de consecuencias desagradables, acoso sexual, afecto paterno o gesto formal, todo dependiendo de la situación.
No importa cuánto sobre este ritual, compusieron canciones y novelas, es digno de más, al menos un estudio científico serio.
Los británicos, que eran conocidos como una nación primitiva y conservadora, sin embargo, la gente más obsesionada con besos. Es en Inglaterra que los campeonatos para aficionados y profesionales de un beso largo se llevan a cabo regularmente, y los expertos locales están interesados en estudiar el beso y todo lo relacionado con él. Resultó que, habiendo seguido la manera de besarse de una u otra persona, puedes recolectar un archivo completo en él. Expertos de la Universidad de Belfast descubrieron que esta misma manera es un espejo directo del alma. Los ojos pueden mentir, y los labios, por qué.
Por ejemplo, la gran mayoría (casi el 80%) de hombres y mujeres, con la intención de besar a sus contrapartes, inclinan la cabeza hacia la derecha. Este es un signo seguro de sensibilidad emocional, diferenciándolos radicalmente del 20% restante, en el que la cabeza se inclina hacia la izquierda, y la riqueza de las emociones deja mucho que desear. La solución de este fenómeno aparentemente paradójico es bastante simple. Muchas personas saben que cada hemisferio del cerebro es responsable del lado opuesto del cuerpo. Es decir, si en anticipación a un beso abres la mejilla izquierda de tu pareja, entonces tus acciones están actualmente controladas por el hemisferio derecho, el foco de las emociones violentas. Y, en consecuencia, por el contrario.
Además, los expertos están listos para disuadir a los escépticos que consideran el beso como un intercambio mutuo de bacterias patógenas y otras fuentes de infección. Por supuesto, el contacto cercano con el portador de la infección no conducirá a nada bueno, pero realmente no se puede ver un lado negativo en la vida. De hecho, sin besos en el mundo simplemente en ninguna parte: ellos no solo, contrariamente a la creencia popular, fortalecen la salud, sino que también hacen que una persona sea más estable en la superación de las dificultades psicológicas.
Un estudio realizado por científicos alemanes reveló estadísticas sorprendentes. Los seguidores de besos frecuentes viven un promedio de cinco años más, tienen menos probabilidades de sufrir accidentes automovilísticos, son menos propensos a enfermedades laborales y reciben salarios más altos. Los expertos no resumieron sus cálculos para la base teórica, pero las estadísticas en sí ya valen mucho. Fuera lo que fuese, vale la pena intentarlo al máximo, que ni el método popular de tratamiento, y, tal vez, muchos problemas parecen triviales.
Tamara KALININA
Morning.ru